En la plaza de
Empalme
Emotiva muestra de solidaridad
Una nutrida concurrencia respondió a la convocatoria
denominada “Mateada solidaria” que se llevó a cabo el domingo para recaudar fondos
destinados a la reconstrucción de nuestra vivienda destrozada por la caída de un tanque de agua a
principio de mes.
La mateada solidaria organizada por un grupo de artistas para colaborar con la reconstrucción nuestra vivienda logró un fuerte respaldo popular. Fue así como la plaza General San Martín, de Empalme, fue escenario de un domingo que conjugó una importante cartelera artística con las muestras de solidaridad de vecinos e instituciones de la localidad y la región. La iniciativa surgió de los músicos Diego Zalazar, Roberto “Sapo” Avila, Claudio “Cavi” Vergara y el grupo Yanapay y fue acompañada por toda la comunidad que acercó todo tipo de donaciones, tanto para la venta en la cantina como para el sorteo en el escenario.
Desde temprano fue
organizándose la infraestructura: la escuela Bartolomé Mitre prestó tarimas
para el escenario, el sindicato ferroviario La Fraternidad montó la
cantina, la Comuna
de Empalme abrió sus puertas para permitir al acceso a los baños, la Comuna de Pavón donó
chorizos y hamburguesas, las madres del grupo de Patín de Empalme Central
acercó tortas elaborada por ellas, al igual que integrantes de Cáritas de la Parroquia de Nuestra
Señora de Luján de Villa Constitución y otros vecinos que sería largo enumerar;
Roberto Cabezuelo , donó algunos de sus productos de copetín ("El Cordobés") y numerosos
comercios facilitaron todo tipo de productos para la venta en la cantina.
A las 15.15 los animadores de la jornada, Mirta Pellerino y Santiago Lescano subieron al escenario y comenzaron con el desarrollo del espectáculo que contó con la actuación de Cristian Báez, Javier Noseda, Roberto “Sapo” Avila, Cavi Vergara, Roberto France, Yanapay, Grupo Ancestral (Pueblo Esther), Lisbeth Bulacio (Pilar – Bs. As.), Cristian Solohaga, Jorge Deplacido (
Los artesanos de Villa
Constitución también se sumaron, y además de exponer también ofrecieron algunos
de sus productos para los sorteos. En realidad la lista de colaboradores fue
extensa y difícil de sintetizar. En el transcurso de la tarde junto a mi esposa
Laura Lell subimos al escenario para relatar los duros momentos que nos tocó
vivir y agradecer emocionados a todos los que hicieron posible esta jornada.
Cabe destacar que el senador Germán
Giacomino también ofreció su ayuda y estuvo presente en la vivienda
siniestrada en el transcurso de la semana pasada.
La catástrofe
Alrededor de las
0.30 del sábado 2 de marzo ráfagas de viento huracanado nos voló el techo del
primer piso que estaba en construcción junto a nuestra casita prefabricada. El
tanque de agua, de 800 lts, ubicado sobre ese techo cayó, junto con pedazos de
pared y mampostería, sobre la prefabricada y no nos mató de milagro, destrozó
todo lo que había allí, alacenas, muebles, ropero y el agua del tanque y de la
lluvia llegó al resto de la casa inundando todo. Nosotros quedamos atrapados en
una habitación y nuestras hijas en otra, separados por montañas de escombros,
sin techo, bajo un tremendo aguacero y en una total confusión. Gracias a los
Bomberos de Villa Constitución, policía de la Cria. 5ª, personal de la Comuna y vecinos pudimos
salir y rescatar parte de nuestras pertenencias. Se calcula que por la altura
el peso del tanque de agua equivale a 2400 kilos.
NOTA PUBLICADA POR DIARIO EL SUR
“Fue desesperante, no sabíamos qué estaba pasando”
“Fue desesperante, no sabíamos qué estaba pasando”
Ariel Gómez relató el difícil momento que tuvo que vivir junto a su familia cuando vientos huracanados prácticamente destruyeron su familia. “Fueron 10 segundos, se escuchó una explosión y cuando salí de la habitación me encontré con todos los escombros”.
“Fue realmente desesperante, pensar en la familia, tratar de rescatarla, no saber bien qué estaba pasando”, contó el periodista Ariel Gómez a Cierre de Edición con referencia a la tormenta de la madrugada del sábado pasado, en donde vientos huracanados golpearon fuertemente su vivienda, tumbando un techo y un tanque de agua; produciendo grandes pérdidas materiales. “Fueron 10 o 15 segundos, escuché una explosión, cuando queremos salir de nuestra habitación porque las nenas estaban a los gritos en la habitación de enfrente, nos encontramos con que estaba todo lleno de escombro y gran cantidad de agua”, relató y explicó que eso se debió a que había caído el tanque de agua destruyendo el techo.
“Lo primero fue intentar rescatar a las nenas, ver cómo podíamos sacarlas, llovía a cántaros, no teníamos techo, abajo era todo agua y teníamos que caminar entre escombros”, prosiguió.
Enseguida pudieron comunicarse con los Bomberos y los vecinos comenzaron a acercarse, “la verdad estoy muy agradecido con la gente de Santa Coloma y Las Ranas que estuvieron allí en cada momento”, destacó.
Al poder salir, Gómez se dio cuenta lo que había sucedido: “El techo de una construcción que tenemos en el sector de la prefabricada se voló y terminó en la casa de un vecino; sobre ese techo estaba el tanque de 800 litros que es lo que cayó sobre el techo de la prefabricada destruyendo todo lo que había debajo”, detalló y se lamentó: “No quedó absolutamente nada, está todo triturado”.
La respuesta de los vecinos fue fundamental, ya que rápidamente comenzó a armarse una cadena para ir llevando las cosas que se habían salvado a sus hogares. “Tenemos repartidas nuestras pertenencias por todos lados, y tenemos que ver cuánto de todo eso podemos recuperar”.
Una pequeña estructura quedó en pie, y es allí donde hoy toda la familia está viviendo. “No queremos dejar esto pero a su vez no sabemos cómo comenzar a reconstruir nuestra casa”.
Sin heridos
El lugar en donde se cayó el tanque de agua es la habitación del hijo mayor, “afortunadamente estaba en la casa de la novia”. Pese a lo grave del incidente no hubo que lamentar víctimas, “mi desesperación era encontrarme con las nenas, pasar por sobre todos los escombros y cortar la electricidad por las dudas y tratar de abrir las puertas para llegar hasta ellas porque estaban a dos metros y no podíamos alcanzarlas. Todo eso nos llevó un buen tiempo, por eso todas nuestras pertenencias seguían quedando bajo del agua”.
Agradecimientos