Un hospital de día destinado a la atención y contención de personas que padecen adicciones se está organizando en nuestra ciudad a través de una asociación civil conformada a tal efecto. La iniciativa surgió de la UOM villense y ya se sumó un importante número de profesionales junto a los voluntarios que llevan adelante el proyecto. Está previsto que funcione en la esquina de Sarmiento e Yrigoyen, en un local perteneciente al gremio metalúrgico y en el que oportunamente se ubicara una dependencia de la CTA. La atención será abierta a toda la sociedad incluso para quienes carezcan de recursos.
“Esta idea surgió apenas tomamos el mandato, allá por el 2008, cuando nos encontramos que Acindar nos planteó que iba a empezar a hacer controles de adicción”, explicó Rubén Pereyra, colaborador de la Comisión Directiva de la UOM. La misma situación se replicó poco después en Tenaris “y empezamos a discutir de qué forma íbamos a tomar el tema, desde los gremial nos encontramos con pocas herramientas para plantearlos desde ese punto”, recordó. Es en ese momento en que aparece en escena Olga Bastia, delegada de una empresa contratista y madre de un joven con problemas de adicción.
Espacio de contención
“Ella nos planteo abordarlo desde el punto de vista social, meternos directamente en el tema adicciones, de los problemas que están sucediendo en la ciudad y crear un espacio, una herramienta para combatir ese flagelo. Así fue que apareció esta posibilidad y empezamos a trabajar en conjunto con Olguita que fue la promotora de esto, incluso ya había acompañado a Rosario a compañeros con problemas de adicciones”, relató Pereyra. En base los conocimientos de Bastia fueron contactando a otras personas interesadas en la problemática, entre ellas a Sergio Bove, un especialista en el tema que les sugirió crear una institución en la ciudad.
“Los números asustan cuando uno empieza a hablar de este tema dentro de fábrica”, admite Bastia. Y aclara que es “mamá de un chico con problemas en adicciones” y esto le posibilita tener otro nivel de diálogo con los adictos. “Cuando empezamos a hablar del tema dentro de fábrica es como que la gente que consume se abre conmigo y te das cuenta que es mucha la cantidad de gente que tiene este problema. No sólo en la fábrica sino también en la sociedad”. Reitera que “por mi problema familiar me ven como un referente que los puede entender, se sienten contenidos”.
Problema de todos
Por su parte Sergio Bove explicó que para enfrentar el problema de las adicciones “hay dos aspectos. Una es la prevención y la otra la asistencia”. Agregó que “podemos tener números pero el tema es: ¿Qué hacemos con esa gente?. Es lo que nos planteábamos con Olga y la idea fue la de armar, en principio, un hospital de día. En primera instancia sería de 9 a 5 de la tarde”. En cuanto a su experiencia señaló que trabajó “en centros de tratamiento y he armado dispositivos de tratamiento, tanto en Rosario como en Buenos Aires” y en base a ello y de quienes se sumaron al proyecto “armamos esta solución para las personas que ya tienen este problema”.
“Hay un problema de estigma y de prejuicios, tenemos que educarnos, porque cuando hablamos de adicciones pensamos en chicos y no es un problema de chicos, es un problema de personas que pueden ser chicos algunos, otros pueden ser adolescentes, otros pueden ser grandes y otros adultos en su vejez. Otros pueden ser discapacitados. Hay la variedad de humanos que somos”, clarificó Sergio Bove.
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