Una década de
golpes y ultrajes
El jueves 24 de enero, por la noche, María Inés Petinari sufrió una
de las peores golpizas de las tantas que le propinó durante una década su ex
esposo. Según relató a Grupo Del Sur, temió perder la vida ya que la tomó por
el cuello y estuvo a punto de asfixiarla. Cuando intervino la policía para
rescatarla el sujeto amenazó con matarla a ella y a los dos efectivos que la
asistieron. Esta situación límite la llevó a romper el silencio y contar su
historia.
María Inés
Petinari tiene 45 años y durante los últimos 10 recibió el constante maltrato y
los golpes de su, ahora, ex esposo, Miguel Negro. El viernes decidió romper el
silencio y contar su calvario. El desgarrador testimonio que brindó en el
programa de Visión Sur, Cierre de Edición, es el lacerante reflejo de la
realidad que viven y padecen innumerables mujeres en la ciudad y que la
valentía de está víctima de violencia de género expuso crudamente, de allí la
importancia de este gesto, su voz, su historia, no es individual, es la de
muchas que aún permanecen en silencio, sea por el miedo, los prejuicios, el
desconocimiento o las convenciones sociales que las llevan a callar.
En la noche del
jueves, en su casa de barrio Puesta del Sol, María Inés sufrió por enésima vez
los golpes y las agresiones de Negro, quien en esta oportunidad no solo la amenazó
de muerte a ella sino que también, según consta en el acta policial, a los dos
efectivos de la Comisaría 1ª que lo detuvieron tras la golpiza. “Me atrevo a
estar acá porque me siento acorralada, no se si por la ineficiencia de la
Justicia o la impotencia que tengo de seguir luchando”, expresó Petinari en
Cierre de Edición. Relató que su vida de mujer golpeada comenzó de niña ya que
“por ser una hija no deseada” su madre también la maltrataba. “Por haber hecho
años de terapia aprendí muchas cosas, con excelentes profesionales”, explicó y
eso le ayudo a seguir adelante.
“Hoy no se dan a
conocer la cantidad de casos por miedo, pero yo ya superé todas las barreras,
me enfrenté a muchas cosas y no soporto más. Ya tengo una amenaza de muerte de
mi ex marido que, inescrupulosamente, sigue golpeándome”, manifestó. Pese a
contar con una exclusión de hogar, como en tantos casos, el victimario continúa
violando esa disposición legal para reiterar la práctica de la violencia,
“durante años hubo golpes y golpes, por culpa del alcohol”, detalló. En todo ese tiempo buscó ayuda tanto para si
misma como para sus tres hijos, recurriendo a los organismos estatales
destinados a afrontar estas problemáticas, aunque con dispares resultados.
Daños
Como
consecuencia “de las golpizas, tengo pérdida de memoria, tengo que sacarme una
costilla flotante”, contó mostrando fotografías que son más que elocuentes del
maltrato recibido. Violencia que se repitió la semana pasada. En la noche del
jueves Negro llegó a la casa de María Inés “en un estado de ebriedad terrible”
y no solo la golpeó sino que estuvo a punto de estrangularla, “llegó al extremo
de querer matarme, me tomó del cuello; son 120 kilos que tenía sobre mi
haciendo una fuerza terrible, estoy toda golpeada”. Asimismo añadió un dato
preocupante ya que a lo largo de estos años “yo le hice 18 denuncias y hay una
sola asentada en la Comisaría” agregando que su ex esposo se jacta de “coimear”
a funcionarios judiciales y policiales.
Violencia permanente
A lo largo de la
charla de 20 minutos María Inés agradeció a amigos, entre ellos el senador
Germán Gicomino y las integrantes del Consejo de la Mujer, por ayudarla en todo
este tiempo y, en especial a los dos efectivos policiales, de apellido Riquelme
y Defilippi que asistieron a su casa el jueves. “A ellos también los amenazó de
muerte, nos dijo que me iba a matar primero a mi y después a ellos”, recordó.
La violencia de este sujeto llegó hasta provocar una grave lesión a uno de sus
hijos, Alejandro, como consecuencia “de haberle tirado con una de las piedras
que tengo (como adorno) frente a mi casa”. Por todo esto se preguntó “porque no
hay una pena para personas como estas, que los obliguen a hacer terapia; una
condena que nos proteja” y señaló.
María Inés tiene
el convencimiento que si esta situación continúa “en cualquier momento me sacan
de casa en una bolsa negra”, por eso entre lágrimas y con la voz cortada
expresó que “la justicia no funciona como tiene que funcionar, y uno en este
país no puede dar a conocer muchas cosas, porque al día después no respirás
más”. Apeló a la conciencia de los funcionarios recordándoles que nacieron de
una mujer, “yo también soy mujer, y quiero vivir, y con mis hijos. Desde chica
mi sueño fue tener una familia, siempre, y es un fracaso”.
EL DATO
Como consecuencia de los golpes Maria Inés Petinari
acusa pérdida de memoria, una costilla flotante, desgarro en una de sus piernas
y hematomas varios.
Ley 26.485
Violencia de género
La Comisión
Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia
de Género (CONSAVIG) es el órganos encargado de formular las sanciones a la
violencia de género establecidas por la ley Nº 26.485 de "Protección
integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
en todos los ámbitos que desarrollen sus relaciones interpersonales" en
sus diferentes tipos y modalidades. Esta norma define la violencia contra las
mujeres como: "toda conducta, acción u omisión que de manera directa o
indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una
relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad
física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, así como también su
seguridad personal". Esta definición alcanza a aquellas conductas o
acciones "perpetradas desde el Estado o por sus agentes". Por el
momento su aplicación es ineficiente para detener a los agresores y preservar a
sus víctimas.
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