Lunes por la tarde en barrio Stradella
Detuvieron a un individuo que vendía drogas en una plaza
Un vecino denunció que en la plaza de Presbítero Daniel Segundo y Misiones se encontraba un joven vendiendo droga. Un rápido operativo policial permitió detenerlo y secuestrar cocaína que tenía en su poder. Más tarde se allanó su domicilio y se encontró marihuana.
Un procedimiento realizado el lunes por por la tarde por agente antinarcóticos arrojó como resultado una persona detenida a quien se le secuestró cocaína en su poder y marihuana que se encontraba en su domicilio. El operativo tuvo lugar en la plaza de barrio Stradella, ubicada en Presbítero Daniel Segundo y Misiones en tanto el sospechoso fue identificado como Pablo Luciano Jose F., de 28 años de edad, desocupado y domiciliado en calle Chaco 1200.
Según informó el Oficial Principal Alejandro Druetta “en horas de la tarde se aproximó a la Brigada de Drogas un masculino mayor sexagenario quien hablo con el titular y dio cuenta que venía a denunciar que en su barrio, más precisamente en la plaza de calle Misiones y Saavedra, había desde hace rato un muchacho que estaba vendiendo drogas a la vista de todos”. El vecino aportó datos sobre la fisonomía y vestimenta del sospechoso por lo que se dispuso desde la policía “que personal encubierto se apersone en la plaza de la referida intersección y procede a verificar los dichos del denunciante”.
Una vez en el lugar “el personal de la Brigada de Drogas, avistó en medio de la plaza un muchacho que vestía remera color verde, el cual al ver el móvil de drogas, comienzó a caminar hacia la calle con la clara intención de retirarse de la plaza”. Por tal motivo fue “interceptado por el personal, este intenta correr pero es impedido, por lo cual se solicitan testigos para la requisa del masculino que se notaba muy nervioso y alterado, de la requisa se logra secuestrarle dinero en efectivo, un celular, y una bolsa que contenía 78 gramos de cocaina de buena calidad y pureza”.
Esa cantidad de droga de tal calidad “la cual de ser vendida y luego fraccionada hubiera rendido tal vez unas 180 dosis”. Con esta evidencia “se lo detuvo y trasladó a la Brigada de Drogas. A posterior y tras haber pedido allanamiento para la finca de este hombre, oriundo de Rosario pero que habita a unas cuadras de la plaza en esta ciudad, el Juzgado Federal autorizo allanar su vivienda, siendo que logramos secuestrarle, medio pan de marihuana compactada”, detalló Druetta.
Tres jóvenes la tomaron por sorpresa y la arrojaron al piso
Redujeron a una kiosquera para
robarle dinero y mercadería
A plena luz del día tres adolescentes asaltaron un kiosco ubicado junto a la escuela Nº 500 de barrio Hoppe. Tiraron a la propietaria al suelo y mientras la mantenían amenazada sustrajeron dinero, teléfonos y mercadería para luego huir rápidamente. Los vecinos habrían visto a los delincuentes.
Una comerciante fue atacada por tres jóvenes que ingresaron en su negocio y en pocos minutos se llevaron dinero, mercadería, un celular y un teléfono inalámbrico. El asalto fue cometido el jueves minutos antes de las 17 en el kiosco ubicado en Bolívar 59, de barrio Hoppe; local que está situado junto a la escuela Nº 500 “Domingo F. Sarmiento”, por lo que llama la atención la osadía de los delincuentes. El accionar de los malechores fue tan rápido que la víctima no pudo apreciar si estaban armados.
“El jueves a la tarde, un ratito antes de las cinco, estaba reponiendo mercadería y entraron tres chicos que no alcancé a ver porque me agarraron de espalda. Uno me agarró de atrás, me tiró al suelo y me dijo que me quedara quieta, que no lo mirara”, contó Liliana Olguín a Diario EL SUR, comerciante que hace una docena de años tiene el kiosco en ese lugar y hasta ahora nunca había sufrido una situación de estas características. “Se llevaron cigarrillos, la plata de la caja, que no se cuánto tenía, mi celular y el teléfono inalámbrico”, agregó.
Liliana manifestó su extrañeza por el horario del robo “porque acá hasta las cinco y media hay chicos que van y vienen por las escuelas (Sarmiento y Cristo Rey). Por suerte en ese momento no había ninguno”, expresó pensando en la seguridad de los niños. En cuanto a la identidad de los asaltantes señaló que “los vecinos vieron a tres adolescentes que pasaron tres o cuatro veces”. En ese sentido pidió mayor solidaridad al vecindario ya que nadie le comunicó la actitud sospechosa de los jóvenes hasta después del hecho. “A veces es sólo cruzarse y avisar, nada más”.
Tres minutos
Los jóvenes estarían individualizados por su fisonomía, vestimenta (se habla de una camiseta de Independiente) y hasta por un apodo. De todas maneras aún no fueron detenidos. Liliana estima que la presencia de los malvivientes no se extendió por más de tres minutos. “Con la misma rapidez que entraron se fueron. Mis hijos y mi esposo estaban adentro, cerquita, y no escucharon nada”. Admite también que quedo sensibilizada por la experiencia y “ahora todo me asusta, todo el que entra lo veo raro, no me quiero quedar sola”.
Por su parte Sergio, su esposo, se lamentó por lo acontecido y la forma en la que trataron a Liliana “no hacía falta que la tiraran al piso. Eso estuvo demás”, refirió. “Acá tratamos de ayudar a todos, le regalamos caramelos a los chicos que por ahí lo padres no pueden darle una moneda para comprarlos, así también le damos un lápiz, una goma. Y pensar que a lo mejor uno de ellos, que terminó acá al lado (por la escuela) fue el que nos asaltó”.
Armado con un revólver exigía la recaudación del comercio
Asaltante tomó de rehén a una cliente
de un kiosco y amenazó con matarla
Un malviviente sorprendió a la dueña del kiosco Los Cuervos y una cliente a quien tomó por el cuello y amenazó con matarla sino le entregaban el dinero. Le puso un revolver en la cabeza y repitió su amenaza varias veces. Lejos de lograr su objetivo esto provocó una dramática y confusa situación por lo que huyo con las manos vacías.
Una violenta tentativa de robo provocó momentos de intenso dramatismo en el interior del kiosco Los Cuervos en la última hora del jueves pasado. Allí un delincuente encapuchado y a punta a punta de revolver tomó de rehén a una cliente y amenazó con matarla sino le entregaban la recaudación aunque finalmente se vio obligado a huir sin poder concretar su cometido. Pese a la frustración del asaltante y la violencia con la que se comportó le hecho finalizó sin heridos ni lesionados.
El delincuente tomó “del cuello a una cliente y le apuntaba todo el tiempo a la cabeza y me decía que le diera la plata sino la iba a matar”, relató María del Carmen Dotti, propietaria del negocio. Eran aproximadamente las 23 del jueves cuando la dueña de Los Cuervos, sito en Presbítero Daniel Segundo al 1200, se aprestaba a cerrar el local “porque con este tema de la inseguridad cerramos más temprano, antes estábamos hasta las doce o la una”. Pero esa noche “como teníamos bastante trabajo seguimos un poco más”.
En esos momentos llegó una cliente habitual “me pidió un cd y yo me di vuelta para agarrarlo, cuando giro para dárselo, veo una persona con el rostro totalmente cubierto y ahí nomás la agarró del cuello y dijo esto es un asalto, dame la plata”. Según Dotti el malviviente llevaba un pañuelo que le cubría parte del rostro y llevaba puesta la capucha de la campera que vestía y a la vez repetía :“La mato, la mato, dónde está la plata?”. Junto a Dotti se encontraba una empleada que al advertir la situación “salió corriendo y en lugar de llamar a mi marido que estaba adentro se encerró en garaje”.
Gritos y terror
A su vez la comerciante se alejó de la caja y buscó refugio detrás de una caramelera de madera “y él me seguía con la señora agarrada del cuello y me apuntaba con el revólver”. Así se fue dando una tensa y dramática persecución por el reducido espacio del local, con Dotti huyendo y el malhechor gritando y amenazándola con el arma. “En eso se asomó mi marido y le grité que llamara a la policía y que apretara la alarma. Entonces cuando vio que era muy complicado y que no le daba nada, soltó a la señora y empezó a tirar todo. Tiró todo lo que encontraba al paso y se fue”.
La comerciante estimó que el delincuente tendría “unos 30 años, no se le veía nada la cara, pero por la voz y la postura sería de esa edad”. Cuando huyó “pensé que se había ido en un auto pero dijeron unos chicos que venían por Irigoyen que se los llevó por delante corriendo” aunque “justo arrancó un auto blanco, un Escort, que se ve que estaba con él”. Posteriormente Dotti y su esposo fueron a visitar a la cliente amenazada y “a pedirle disculpas, tal vez tendría que haberle dado la plata porque a lo mejor le pegaba un tiro en la cabeza pero son cosas que uno hace instintivamente”.
Antecedente
Asalto frustrado
El del jueves por la noche no fue el único intento de robo que sufrió María del Carmen Dotti en Los Cuervos. “Un día a las 7 de la mañana nos quiso asaltar con un cuchillo un chico, pero tampoco nos llevo nada. La señora que limpia estaba conmigo y gritamos tanto que se asustó y se fue”, recordó.
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