Exigían la entrega de un dinero que suponían en poder de la familia
Asaltantes amenazaron con violar y matar
a una mujer y a su hijito de tres años
Dos delincuentes armados ingresaron a una vivienda de barrio Luzuriaga, maniataron a la propietaria y amenazaron con vejarla al igual que a su hijo si nos les entregaba el dinero que exigían. Luego de media hora de terror se fueron llevándose la recaudación de la tienda que la víctima tiene en su casa. Seis meses atrás recibieron una advertencia sobre un posible robo que iban a sufrir.
Una mujer vivió minutos de verdadero horror el martes por la noche cuando dos sujetos la asaltaron en su casa a mano armada y amenazaron con violarla a ella y a su hijo de 3 años, incluso matarlo, si no les entregaba el dinero que le habían dicho tenía guardado en su casa. Los delincuentes, uno de ellos cubierto su rostro con una media can can, manifestaron tener “una data” sobre una cifra monetaria que el marido de la víctima, un camionero, guardaba en la vivienda. Luego de una media hora de amenazas y tensión los malvivientes se fueron llevándose aproximadamente mil pesos y ropa de la pequeña tienda que la joven tiene en su hogar.
El escenario de este drama fue una humilde vivienda ubicado en los fondos de barrio Luzuriaga, en calle Mena al 4969. Allí María del Carmen tiene su tienda ubicada en el frente de la casa donde vende ropa que trae de La Salada mientras su marido ejerce su oficio de camionero lo cual lo obliga a permanecer gran parte de la semana fuera del hogar. Alrededor de las 22 del martes la mujer iba a tomar mates con una vecina amiga y al salir notó que olvidaba su celular por lo cual volvió a la casa. Cuando se disponía a volver sobre sus pasos se encontró con los dos delincuentes que habían ingresado aprovechando que ella solo había arrimado la puerta, sin cerrarla.
“Cuando me di cuenta ya tenía a estos dos personajes encima mio, con insultos y amenazas, me dijeron que me callara y que extendiera las manos y me pusieron precintos. Allí uno sacó un revólver, tenía un arma como de la policía. Me dijeron que tenían una data que nosotros teníamos plata ahorrada”, relató María Del Carmen a Diario EL SUR. “Cuando le dije que no teníamos plata empezaron a insultar y hasta llegaron a amenazar que me iban a violar a mi, iban a violar al nene y que mi marido cuando llegara me iba a encontrar muerta. Entonces les dije: - A mi háganme lo que quieran pero no me toquen al nene”, contó entre sollozos.
Brutalidad
“Cuando uno de ellos se fue hacia le pieza del nene me arrodille y le agarré de las piernas para suplicarle por mi hijo. Entonces el otro, más jovencito le dijo: - Bueno, si no quiere entregar la plata gatillale al nene. Cuando dijo así le dije: - En el fondo de la caja hay mil y pico de pesos, llevatelo, no me hagás esto, no me toqués al nene”, recordó llorando. “Por un instinto de madre me levante para ver que estaba haciendo el otro con el nene amagó a pegarme con el revólver”, señaló. En ese momento les ofreció que se llevaran el auto, la computadora y los televisores, pero los maleantes solo estaban interesados en el supuesto dinero que tenían en la casa.
En este caso la data de los delincuentes se remontaría unos seis meses atrás. En ese momento María del Carmen y su esposo pidieron un crédito para comprar un auto, transacción que hicieron de inmediato. Poco después se les acercó una persona del ambiente delictivo para alertarles que lo habían contactado delincuentes de Arroyo Seco para “hacer un trabajo”, pero que al enterarse que las víctimas eran vecinos del barrio se rehusó. Por un tiempo el matrimonio actuó con cautela hasta que creyeron que el peligro se había disipado. Hasta el martes a la noche que aparecieron estos dos individuos.
“Voy a violar a tu pibe”
Uno de ellos, el de mayor edad contaría con unos 50 años de edad, vestía una camisa vieja de Acindar, jeans y botines de trabajo, tenía bigotes y su rostro cubierto por una media. El restante era joven, morocho y de ojos saltones y actúo a cara descubierta. La mujer les dijo que en cualquier momento se iba a cruzar su vecina de enfrente. Entonces “el más chico se quería ir, pero el más grande me dice: -Date vuelta, ponete boca abajo, yo te voy a enseñar… Me quería violar, si o si me quería violar, dijo estremecida. Pese a la insistencia del más joven el otro delincuente insistía en quedarse porque tenían “la data” que dinero había. “Sabés lo que pasa, si vos no me das la plata voy a violar a tu pibe”, amenazó. Pese a ello y después de buscar infructuosamente un dinero que no existía debieron huir llevándose la recaudación de la tienda y algunas prendas.
Aguantadero
Antes de irse le pusieron precintos en los tobillos y le advirtieron que esperara un tiempo antes de pedir ayuda, pero apenas oyó que cerraban la puerta logró soltarse y llamar al Comando Radioeléctrico para luego solicitar auxilio a los gritos. Aparentemente los asaltantes huyeron a pie ya que no se escuchó ningún vehículo, por lo cual la sospecha es que se hayan refugiado en algún aguantadero cercano. Esto se relacionaría con la “data” mencionada ya que es una práctica habitual el intercambio de información entre delincuentes de distintas localidades que recurren a sus “colegas” y “aguantaderos” y pagan esos servicios con datos de lugares y personas a las cuales hacer víctimas de sus fechorías.