Cabe destacar, en especial para los lectores que desconocen la fauna vernácula -y ya un tanto extinta-, que todos los personajes de la historia fueron o son seres reales, contertulios permanentes u ocasionales de las reuniones que relataba con gracia y precisión radiográfica nuestro querido Luis.
En este caso se suman algunos apellidos de políticos muy conocidos entonces (algunos todavía siguen viviendo a costillas del estado).
Como yapa va la tapa de esa edición del efímero semanario que nos supo cobijar 25 años atrás.
TIEMPO DE PEÑA
Ese viernes, la peña fue un
fracaso. La culpa no fue por el lugar, ya que la trastienda de la compra y
venta del Cacho es mágica y acogedora. Presidía la noche una espléndida mesa Chippendale, el resto del mobiliario era pasto para estudiosos de la historia
del mueble. El Colo ocupaba una silla de viena...Cacho se repantigó! Fue en un
ilustre banco colonial. Edo en una silla años '50 con patas sospechosamente
desparejas; Ríos, el pintor, en una banqueta años 40 que de vez en cuando le
clavaba un resorte en el trasero. Pero todo tranquilo, simpático, mucho más
que la semana pasada. Comimos sobre un simple tablón con caballetes y una
partida de sillas de un bar fundido.
Tampoco provocó el fracaso la
comida. El gordo Corletli, cocina poco pero cuando lo hace se luce. Menú de la
noche "Pollo a las fines herbes". Mientras el gordo cocinaba, la conversación fluía lenta como arroyo en
tiempo de sequía. Saltaba de drama en drama. Agotado el tema ACINDAR, cada uno
largó lo suyo.
El barbudo sin trabajo. Ríos no
vende un cuadro hace veinte años, es decir desde séptimo grado. Cacho vendió
un arcón del siglo XV por dos mangos pensando que era un botinero apolillado,
al gordo Corletli, la veterana lo emplazó para matrimonio... Cosas de todos
los días, sin importancia, como todos los viernes...
Como todos los viernes, si el
ratón "Buenosjuanes" reclinado en un sillón, no hubiese comenzado a
tirar sobre la Chippendale temas de política. No es que a la gente de la peña no le interese la política, pero todos
vivieron lo suficiente en la Argentina como para saber donde termina eso: en
un cul de sac...
"En un qué...? preguntó el
barbudo.
Un callejón sin salida.
Pará, algo de culo, dijiste, te
creés que no hice el secundario...
No tiene traducción precisa,
aclaró Ríos que curtió tres años de francés y Bellas Artes.
La comida, un éxito.
El vino también si hubiera sido un poco más seco. Nadie recuerda bien cuando se
arruinó todo. Pero creemos que alguien dijo que no le gustaba el look de
Cevasco, o que los Serras, o que si Alí Baba era bueno, pero lástima los 40 muchachos...
La cosa subió de tono a medida
que los platos dispares -puestos a la venta durante la semana y entre los que
Ríos vichó un Limoges usado por el Gordo Corletti bastante ajeno al valor
que contenía- se llenaban de huesos y restos de salsa oscura.
Lo de los lemas y sublemas, no lo
entiende nadie. Sirve para confundir a la gente. La cosa subía de tono.
"Los concejales ganan casi 16 palos. Tendrían que ser ad-honorem, como en
Suiza. Allí se presentan...
"Yo tengo que trabajar tres
meses en tres escuelas para ganar esa guita", contabilizó aterrado Ríos...
Pensar que hice la primaria con
un concejal...que bien jugaba al fútbol el guacho...
"Lo único que falta es que
la Cruz Roja se candidatee. Agradcé que no tenemos actores, que si no...
Cevasco viejo y peludo... El "Cacho" Billi seria el Fujimori local.
Si Alí Babá cambiara el entorno...
Lo que tiene Cuchiari, que calienta
a las minas...y a los peronistas.
Carlitos Deffilipi nunca dejó de
andar en bicicleta...Temperini la tiene reclara...
Y allí sucedió lo imprevisto. No
sabemos si le tocaron el nervio político o que el vino no era demasiado seco,
pero el Cacho tronó como Zeus enfurecido: "Basta, en mi casa no se habla de
política, ni de mujeres ajenas...y al que no le gusta, que se vaya...Y nos fuimos
todos sin lavar los platos.
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